Esta semana fue cuando utilizamos por primera vez la plataforma de MIT App Inventor y realizamos dos aplicaciones, la primera una calculadora y de ahi un juego de preguntas.
La primera aplicación que desarrollé fue una calculadora básica. Aunque al principio parecía algo sencillo, me di cuenta de que requería bastante lógica para que funcionara correctamente. Fue interesante aprender a usar los bloques de programación para que cada botón cumpliera su función específica, como sumar y restar. Me gustó mucho ver cómo, con cada prueba y error, la app iba tomando forma. Al final, me sentí muy satisfecha al ver que la calculadora funcionaba correctamente y que había logrado crearla desde cero con mis propios conocimientos.
La segunda aplicación fue un juego de preguntas, y esta parte me pareció aún más divertida. Elegí preguntas sobre cultura general y diseñé diferentes pantallas para que el usuario pudiera ir avanzando según sus respuestas. Aprendí a usar condicionales y a crear una estructura que detectara cuándo una respuesta era correcta o incorrecta, lo que hizo que todo el proceso fuera muy dinámico. Me gustó especialmente poder personalizar los colores e imágenes (que fue ahi que aprendí a colocarlas), ya que eso le dio un toque más creativo y personal a la app. Fue una experiencia muy gratificante ver cómo algo que imaginé podía volverse interactivo y entretenido para otros.