Nuestra experiencia con la impresión 3D fue toda una aventura. Al principio todo pintaba bien, pero cuando intentamos imprimir, nos dimos cuenta de que la placa de la impresora estaba fallando. Hicimos varios intentos, pero nada funcionaba. Después de probar y probar, decidimos cambiar de salón con la esperanza de que otra impresora sí funcionara… ¡y funcionó! Finalmente pudimos ver cómo nuestro llavero y la escalera tomaban forma capa por capa. Fue súper gratificante ver el resultado después de tanto ensayo y error. A pesar de los contratiempos, nos quedamos con una experiencia divertida, llena de aprendizaje y bastante satisfactoria.